El restaurante coreano más antiguo de Barcelona tiene relevo: se llama Kiwon y ha trabajado en Disfrutar, Àbac y Azurmendi

04/10/2024
elPeriodico - Ferran Imedio

El hijo de los fundadores de San Kil, actual decano de los establecimientos que sirven platos del país asiático, propone platos tradicionales adaptados al gusto local

La cocina coreana en Barcelona nunca ha sido mediática, nunca ha sido popular, nunca ha hecho ruido. Pero ahí está, tan discreta como sabrosa, siendo la protagonista de decenas de restaurantes en la ciudad. A la chita callando, desde que en 1993 abrió San Kil, el más antiguo de los que están funcionando, han ido apareciendo más y más establecimientos que la representan.

Ahora están de moda los que tienen la barbacoa como reclamo, pero hace 31 años, cuando Un San Kim y Myung Chun inauguraron su negocio en la calle de la Llibertat, se hacían platos muy tradicionales. Era lo que conocía Un San, que había llegado a la ciudad en 1980 para trabajar en Nuevo Seúl, en la calle de Enric Granados, cerrado en 1988, y que fue el pionero. El restaurador había aterrizado porque sabía que iba a ganar tres veces más que en su país trabajando como cocinero.

En 1986 llegó la que poco después iba a ser su mujer, Myung, que se plantó en la capital catalana para ayudar a su hermano en una fábrica de empanadillas que no tuvo mucho recorrido.

La pareja se conoció y se enamoró en Barcelona, y en Barcelona montaron San Kil. Él estaba al mando de los fogones y ella, de la sala. Compraban algún que otro ingrediente en su Corea natal, pero básicamente trabajaban con lo encontraban aquí (sorprendentemente había muchos productos de su país).

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